Por: Zulmaire González
y Juancarlos Vargas
La presente reflexión es motivada
por el mensaje de Mary Pili Hernández hace unas horas. Bastaron 140 caracteres para que la Ministra
del Poder Popular para la Juventud amenazara a los venezolanos para que se vote a favor Nicolás
Maduro porque “la Milicia tiene 375.000 combatientes, pueblo disciplinado en
armas”.
Ese pueblo combatiente y
disciplinado en armas llamado milicia bolivariana, opera al margen de la
constitución y la ley. Se trata de un grupo paramilitar creado en 2009 y dotado
de armas por el propio gobierno, con el propósito de defender la revolución.
Durante las elecciones que se
iniciarán en pocas horas, la milicia estará desplegada por toda Venezuela
formando parte del Plan República, por lo que nos preguntamos:
¿Cómo las elecciones de un país
que se hace llamar democrático puedan estar totalmente militarizadas? ¿Nicolás
Maduro en el escenario de perder las elecciones se atreverá a desconocer la
voluntad del pueblo y propiciar un choque entre un pueblo desarmado y uno
armado? Ayer Nicolás Maduro, haciendo uso y abuso del cargo de Presidente
Encargado-Candidato, realizó un acto para celebrar el aniversario de este
cuerpo armado, su mensaje final fue “Nosotros saldremos a acatar y defender lo
que el pueblo decida”.
Hay que salir a votar sin miedo,
pero no se debe dejar de alertar sobre el peligro que representa para la
sociedad venezolana la combinación de mensajes incitando al odio y la presencia
de estos grupos armados. Los venezolanos hemos demostrado que queremos vivir en
paz. La obligación del Estado es garantizar los derechos humanos de todos los
ciudadanos, derechos que son incompatibles con mensajes que se constituyen en
apología al odio.
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