Por: Zulmaire González
Que el régimen haya dedicado tiempo
y esfuerzo para atacar al Gobernador del Estado Amazonas, Liborio Guarulla y a
los habitantes de ese estado, muestra una vez más hacia donde quieren llevar a
Venezuela los hermanos Castro y Nicolás Maduro. Hoy día para ningún venezolano
es secreto que las decisiones de gobierno se toman en la Habana, que Maduro y
algunos de sus ministros como Elías Jaua, Carmen Meléndez, Jorge Giordani y
Jesse Chacón viajan con frecuencia a la isla para rendir cuentas y recibir
órdenes, cumpliéndolas al pie de la letra.
En los últimos meses la administración
del aeropuerto del Estado Amazonas, así como la del Hotel Amazonas pasaron a
manos del régimen, se intervino la policía y cerraron la emisora de radio La
Voz del Orinoco, empleando todo el poder del aparato Estadal para cumplir la
misión, así como el uso desproporcionado de la fuerza contra el pueblo de
Amazonas, violando una vez más derechos humanos.
El encargado de cumplir la misión
fue el insigne revolucionario y reciclado Ministro del Poder Popular para el
Turismo Andrés Izarra, quien hizo uso de su sarcasmo y mitomanía característica
para conjuntamente con la Guardia Nacional Bolivariana, atentar contra el
pueblo de Amazonas, llegando incluso a detener y torturar vilmente a los
ciudadanos que se atrevieron a confrontarlos.
Llama la atención la pasividad que
exhibió la Mesa de la Unidad Democrática
(MUD), ante tan graves hechos, quienes se limitaron a hacer pública una carta
de rechazo, así como algunos mensajes de solidaridad vía twitter rechazando las
agresiones del gobierno central contra el Estado Amazonas, manifestaciones que
en nuestro criterio fueron insuficientes ante el saqueo del cual fue objeto el
pueblo amazonense.
Al parecer lo más importante para
los dirigentes opositores son las elecciones del 8 de diciembre y no se dan
cuenta que el país se está cayendo a pedazos. La grave crisis económica,
política y social no se resuelve solo con las elecciones de diciembre. Nuestros
dirigentes tienen que ver más allá de las elecciones y ser realmente
estadistas. Lo que pasó en el Estado Amazonas, seguramente continuará en el
Estado Miranda y Estado Lara.
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