Por: Zulmaire González y Juancarlos Vargas
A pesar de las críticas que ha
venido recibiendo la concentración convocada por Henrique Capriles Radonski se
debe valorar como positivo el regreso de la población que desea un cambio
democrático y pacífico a las calles.
Hoy se demostró que quienes no se sienten representados por el régimen
madurista-castrista que nos gobierna de forma ilegítima, coinciden en que es
necesario buscar vías pacíficas y democráticas para retornar a la democracia,
el estado de derecho y la vigencia de los derechos humanos.
Quienes han criticado la
concentración del día de hoy, han señalado que antes de la intervención de
Capriles y otros líderes quienes forman parte de la Mesa de la Unidad Democrática
(MUD), el acto se asemejaba más a una “bailoterapia” o celebración, cuando el
país está sumido en una gran crisis política, económica y social, por lo que el
malestar que embarga a la mayoría de los habitantes no está en sintonía con
dichas manifestaciones de júbilo.
La gran mayoría de quienes
asistieron al acto de hoy pensaron, y así lo evidencian las pancartas que
portaban, que la convocatoria era para protestar por los presos políticos,
corrupción, violaciones de DDHH, alto costo de la vida, inseguridad,
ilegitimidad, dudosa nacionalidad de Nicolás Maduro, racionamiento de agua,
fallas de electricidad, abuso de poder, entre otras, pero al final la sensación
que imperó, es que se trató de un acto cuyo objetivo principal se centró en la
convocatoria a votar en las elecciones del 8 de diciembre.
Por otra parte, no fueron
entendidos algunos señalamientos de Henrique Capriles Radonski, especialmente el
relativo a que los resultados del 14A forman parte del pasado y que se trató de
una elección cerrada.
Se considera que aspectos como
los antes expuestos deben llevar a la MUD y al propio Capriles Radonski a una
reflexión y discusión sobre el 14A y la forma de concebir futuras convocatorias
de movilización, a fines de evitar desmotivar a su importante número de
seguidores y en consecuencia perder el apoyo que llevó a Capriles a ganar las
elecciones de abril, aunado a ello se debería convencer aún más a la denominada
oposición democrática sobre la importancia de votar el 8D, pero para ello lejos
de señalar que el 14A forma parte del pasado, lo aconsejable es exigir
condiciones, defender los votos, y
convencer que la lucha va más allá del 8D.
El pueblo que asistió hoy a la
concentración de los Ruices atendiendo la convocatoria de Capriles Radonski no
debió haber regresado a sus hogares con la sensación de vacío que muchos han
manifestado les embarga a través de las redes sociales. Ello evidencia que es
necesario continuar con las acciones de protesta pacífica a lo largo de todo el
territorio nacional, quedó reiterado el liderazgo de Henrique Capriles
Radonski, así como su poder de
convocatoria. El hecho que haya
críticas no deja de ser positivo, pues eso significa que el pueblo ha madurado
políticamente y desea ser escuchado, y más importante aún lo es el hecho que siguen
estando presentes las razones para protestar, pues el hastío, frustración e
insatisfacción que siente la mayoría de la población venezolana requiere de un
liderazgo que canalice y aproveche esa fuerza que sin duda alguna es el peor
enemigo del gobierno ilegítimo de Nicolás Maduro.
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