Por: Zulmaire González / El Universal
Sábado 4 de mayo de 2013
Desde que el Consejo Nacional Electoral (CNE)
proclamó a Nicolás Maduro como presidente de la República Bolivariana de
Venezuela, el país se ha convertido en un campo de batalla donde los insultos, enfrentamientos,
persecuciones y violaciones a los derechos humanos caracterizan al recién
estrenado gobierno.
El presidente proclamado en sus discursos habla
de paz, pero no la promueve, y en cada oportunidad que se le presenta insulta a
la oposición, insultos estos que afectan a más de siete millones de ciudadanos
que no están de acuerdo con el gobierno; pide reconciliación, mientras que por
el contrario él ni los militantes del partido de gobierno hacen el más mínimo
esfuerzo para reconciliar este país, toda vez que con su verbo y accionar incitan
al odio y a la división. Asimismo, Maduro promete prosperidad económica y sigue
celebrando alianzas “estratégicas” con el gobierno cubano mediante las cuales
Venezuela no sale beneficiada económicamente.
En tan solo tres semanas de mandato, el
gobierno de Nicolás Maduro ha arremetido brutalmente contra los estudiantes que
se encontraban manifestando de manera pacífica, exigiendo que se realizara una
auditoría transparente a las cajas de votación de los cuestionados resultados
electorales.
Se ha iniciado una persecución contra todos
aquellos que piensen distinto al gobierno, especialmente contra funcionarios
públicos que votaron por Henrique Capriles, como muestra de ello, el Ministro
de la Vivienda amenazó con despedir a los funcionarios y empleados de ese
organismo que no estén de acuerdo con el gobierno.
Por otra parte, se detuvo ilegalmente al General
(R) Antonio Rivero, a quien se le imputaron los delitos de instigación al odio
por hacer recomendaciones y dar ánimo a los estudiantes que se encontraban
manifestando pacíficamente, y asociación para delinquir, llama la atención, que
según el Ministerio Público el hecho que el General (R) Rivero pertenezca a un
partido político lo hace parte de un plan para desestabilizar. La detención de
Rivero no sólo es ilegal, además viola de la Constitución y los tratados sobre derechos humanos
suscritos y ratificados por la República. Este hecho convirtió al General (R)
Antonio Rivero en el primer preso político del gobierno de Maduro.
Es posible apreciar como se promueve el odio y el
apartheid político desde la Asamblea Nacional, instancia que está llamada a ser
un recinto para el debate, tolerancia, respeto, y trabajo conjunto independientemente del partido político
en que militen los diputados. La Asamblea Nacional debe trabajar para beneficio
del país, y no ser un apéndice del partido de gobierno para promover, bajo la
dirección de Diosdado Cabello, la exclusión política.
Tres semanas de gobierno de Maduro arrojan como
balance presos políticos, torturados, manifestaciones, problemas económicos,
violación a la libertad de expresión, altos índices de criminalidad,
persecuciones por motivos políticos, impases con gobiernos extranjeros. Tres
semanas en las que el país ha retrocedido de manera acelerada. Afortunadamente,
contamos con una oposición cohesionada, con una sociedad civil que quiere
mostrar al mundo lo que está pasando en Venezuela, con
unos estudiantes que están dispuestos a seguir luchando y con millones de
venezolanos que somos la gran fuerza para cambiar el rumbo del país.
@zulmaire
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