miércoles, 1 de mayo de 2013

¿Cuánto durará y cómo sale?


Firma Invitada
CLAUDIO J. SANDOVAL |  EL UNIVERSAL
jueves 25 de abril de 2013 
El presente artículo va dedicado a la comunidad internacional. La mayoría de mis amigos y colegas en el exterior carecen de tiempo para adentrarse en los detalles de la crisis política venezolana, con ocasión a la reciente coyuntura electoral. En esencia, se plantea una lucha de poder e intereses cuyo eje central se sintetiza en las siguientes interrogantes: Si el presidente proclamado no tiene la capacidad de asumir las riendas de Venezuela ¿cómo abandonará el poder y cuanto tiempo se estima que dure en Miraflores?
¿Cómo saldrá del poder?
La salida electoral. La oposición ha desconocido los resultados electorales que concedieron la victoria a Maduro el pasado 14 de abril. Asumiendo una conducta democrática, Capriles decidió dirimir esta diferencia por medio de los canales regulares del Estado venezolano. Sin embargo, es casi imposible que Maduro salga por esta ruta ya que su gobierno controla todos los poderes estatales, incluidos el poder electoral y judicial.
La salida insurreccional. Descarto 100 por ciento la posibilidad de un golpe liderado por Capriles debido a cuatro razones fundamentales: Primero, los hechos evidencian su apego al sendero netamente institucional; segundo porque no quiere; tercero porque su oportunidad y legitimidad política para llevarlo a cabo fue el 15 de abril, en caliente, inmediatamente después del anuncio de los resultados (Contrástese con la Revolución de las Rosas de 2003 en Georgia) y; cuarto porque no tiene ascendencia representativa en la Fuerza Armada Nacional (FAN) y nadie va a regalar su capital político para que lo usufructúe un tercero.
Ahora bien, si alguien apelara al beneficio de la duda, de todas formas debe tener en cuenta que un golpe de estado no lo ejecuta quien quiere sino quien puede. Actualmente en Venezuela esa prerrogativa la posee el chavismo y algunas personas cercanas a su entorno cerrado.
Aunque en este momento los acontecimientos mediáticos pudieran burlar hasta los más experimentados analistas, haciéndoles concluir que la amenaza del gobierno es la oposición, en realidad los verdugos de Maduro serán los que hoy dicen ser sus “aliados”.
¿Por qué? Desde su visión, el chavismo bajo el liderazgo de Maduro va por mal camino. Es preferible sacrificar a una persona que lo que quede del legado del comandante Chávez. Hay otros que sin ser chavistas pudieran valerse de su discurso. Mientras tanto se mantendrían camuflados.
¿Cómo lo deslegitimarían? Alegarían, basándose en hechos concretos imposibles de visualizar en este instante, que Maduro traicionó a su padre Chávez y al pueblo y/o que se apartó de los lineamientos constitucionales.
La salida heroica. Dependiendo de las circunstancias, su propia gente podría convencerlo de que abdique o delegue el cargo a otro camarada con más liderazgo. Para darle curso a tal alternativa el chavismo debe primero garantizarse un mecanismo formal de continuidad en el poder de cara a las disposiciones constitucionales.
 ¿Y Diosdado Cabello?
Por su propia condición militar, se ha ganado un espacio importante de liderazgo dentro de la FAN. Su gran desventaja es que tiene pobres niveles de aceptación popular en el chavismo y la oposición. Desde esta perspectiva, a Cabello le resultará cuesta arriba ser presidente por la vía democrática-electoral. Es un dilema que deberá resolver…
¿Y Capriles cómo queda parado?
La victoria política del 14A le augura un buen futuro para su carrera; de hecho, estimo que tiene grandes posibilidades de alcanzar su máxima aspiración política cuando en Venezuela existan elecciones imparciales.
Mi mensaje
La tesis principal del escrito es que el gobierno ha venido posicionando en la opinión pública una denuncia de conspiración en su contra. Si ese fuere el caso, entonces Maduro realmente debe preocuparse por la conspiración interna.
Presento este análisis de entorno en mi calidad de especialista no como ciudadano. De manera que jamás deberá ser entendido como un endoso o ataque personal hacia cualquiera de los actores mencionados.
Con respecto a Nicolás Maduro, es un hombre que ha reconocido públicamente sus deficiencias y está imprimiendo un gran esfuerzo para seguir honrando su lealtad absoluta y compromiso con Chávez y la revolución socialista. La lealtad y el compromiso son cualidades que comparto y respeto enormemente.
Con este error de Chávez y de los Castro, Maduro no ha sido congraciado sino condenado. La sociedad venezolana se está llevando la peor parte.
Nicolás, a pesar de que estoy convencido que tu proyecto político es contraproducente para nuestro país, puedo reconocer que, al igual que Chávez, amas tanto a Venezuela que darías todo, incluso tu vida, por una mejor patria. Sinceramente, te extiendo mi solidaridad ante el martirio que ya empezaste a vivir.

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