sábado, 23 de febrero de 2013

¿Qué pasa en Venezuela? El sucesor













Por:  Zulmaire González y Zulmaire González



Desde que arribamos a Durham, Carolina del Norte en agosto de 2012 con propósitos académicos, ha sido cada vez más frecuente escuchar ¿Qué pasa en Venezuela? Esta interrogante ha sido formulada por compañeros, amigos, profesores e incluso por algunas personas desconocidas al reconocer nuestro acento. Dicha interrogante no siempre ha sido fácil responder en pocas palabras. A veces y dependiendo del tiempo e interés del interlocutor nos remontamos al año 1992 cuando el entonces Teniente Coronel Hugo Chávez liderizó el fallido golpe de estado, en otras ocasiones partimos del año 1998 cuando Chávez ganó sus primeras elecciones, o nos referimos al proceso constituyente que culminó con la Constitución de 1999 y también incluimos aspectos relacionados con su carisma y locuacidad. Además tratamos de explicar como utilizando los recursos provenientes de la venta del petróleo y su habilidad se ha convertido en un líder no solo regional sino también de alcance mundial. Últimamente las interrogantes se centran en que ha ocurrido en Venezuela desde que Chávez viajó a la Habana en diciembre de 2012, esto va acompañado de otra inquietud: Quién o quienes gobiernan actualmente en Venezuela?

Por ser Venezuela un régimen con rasgos neo-totalitario, el tema de la sucesión del jefe totalitario se caracteriza por evitar mecanismos claros de sucesión en caso de falta absoluta del líder, razón ésta por la que ha sido un propósito y no una casualidad alimentar la incertidumbre:

“El jefe totalitario, en marcado contraste, con todos los anteriores usurpadores, déspotas y tiranos, parece creer que la cuestión de sucesión no es excesivamente importante, que no se requieren para ocupar el puesto cualidades o preparación especiales, que eventualmente el país obedecerá a cualquiera que resulte haber obtenido la designación como sucesor en el momento de su muerte y que ningún rival sediento de poder le disputará su legitimidad”[1]

Parece que nuestro país ha llegado a un momento sobre el que mucho se ha hablado y escrito, el denominado “chavismo sin Chávez”. A partir de diciembre cada vez que escuchamos los "partes médicos" proporcionados bien por el Ministro del Poder Popular para la Comunicación e Información, el Vicepresidente Ejecutivo, el Ministro de Relaciones Exteriores o cualquier funcionario que se arrogue esa atribución, nos preguntamos si nos están hablando con franqueza o nos están ocultando algo, en consecuencia la incertidumbre que no es nueva para los venezolanos, se apodera tanto de los partidarios como de los opositores al régimen. El fomentar la incertidumbre no es una fórmula original del chavismo pues el régimen desde sus inicios se ha hecho acompañar por la mentira, pues el mentir para mantenerse en el poder ha sido una de las enseñanzas del Castro-Comunismo que mejor han asimilado.

Todo parece indicar que al ungido por el presidente Chávez, el Vicepresidente Ejecutivo Nicolás Maduro se le ven las costuras, pues han pasado casi tres meses desde que el presidente Chávez le encomendó la tarea y hasta ahora no ha gobernado, se ha empeñado en alternar un verbo radical con un discurso que mezcla el elemento religioso con el sectarismo, se ha empeñado en imitar a Chávez sin mucho éxito y lo más grave de este mandato, es que el Vicepresidente ungido no toma decisiones sino que recurre a la Habana para que se decida el rumbo de Venezuela.

Lo que ha ocurrido en Venezuela desde diciembre de 2012, demuestra que sin el líder mesiánico Maduro y sus compañeros de lucha, se muestran incapaces de gobernar sin recurrir a la tentación del autoritarismo y la represión, alguna de las razones que permitirían explicar esta afirmación son: carecen de la experticia y el instinto político de Hugo Chávez por lo que son fáciles de manejar por los hermanos Castro, se sienten desorientados y desamparados pues se acostumbraron a obedecer al líder supremo y en estos momentos de presión son presa fácil del nerviosismo, de la contradicción y propensos a errar, aunado a ello está el elemento de las confrontaciones internas que abarcan tanto al ala civil como militar de la revolución, el cual si bien no ha estallado no deja de generarles tensión.

La pregunta no ha sido despejada, ¿qué pasa? y ¿qué pasará en Venezuela? son interrogantes que darán mucho que hablar en los próximos días.


[1] Arendt, Hannah, Los Orígenes del Totalitarismo (Trad. cast. de Guillermo Solana, México: Taurus, Primera Reimpresión 2004). Título original: The Origins of Totalitarianism, New York. Harcour Brace Javanovich, 1961.

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