Desde que arribamos a Durham, Carolina del Norte en agosto de 2012 con propósitos académicos, ha sido cada vez más frecuente escuchar ¿Qué pasa en Venezuela? Esta interrogante ha sido formulada por compañeros, amigos, profesores e incluso por algunas personas desconocidas al reconocer nuestro acento. Dicha interrogante no siempre ha sido fácil responder en pocas palabras. A veces y dependiendo del tiempo e interés del interlocutor nos remontamos al año 1992 cuando el entonces Teniente Coronel Hugo Chávez liderizó el fallido golpe de estado, en otras ocasiones partimos del año 1998 cuando Chávez ganó sus primeras elecciones, o nos referimos al proceso constituyente que culminó con la Constitución de 1999 y también incluimos aspectos relacionados con su carisma y locuacidad. Además tratamos de explicar como utilizando los recursos provenientes de la venta del petróleo y su habilidad se ha convertido en un líder no solo regional sino también de alcance mundial. Últimamente las interrogantes se centran en que ha ocurrido en Venezuela desde que Chávez viajó a la Habana en diciembre de 2012, esto va acompañado de otra inquietud: Quién o quienes gobiernan actualmente en Venezuela?
Por ser Venezuela un régimen con rasgos neo-totalitario, el tema de la sucesión del jefe totalitario se caracteriza por evitar mecanismos claros de sucesión en caso de falta absoluta del líder, razón ésta por la que ha sido un propósito y no una casualidad alimentar la incertidumbre:
“El jefe totalitario, en marcado contraste, con
todos los anteriores usurpadores, déspotas y tiranos, parece creer que la
cuestión de sucesión no es excesivamente importante, que no se requieren para
ocupar el puesto cualidades o preparación especiales, que eventualmente el país
obedecerá a cualquiera que resulte haber obtenido la designación como sucesor
en el momento de su muerte y que ningún rival sediento de poder le disputará su
legitimidad”[1]
Todo parece indicar que al ungido
por el presidente Chávez, el Vicepresidente Ejecutivo Nicolás Maduro se le ven
las costuras, pues han pasado casi tres meses desde que el presidente Chávez le
encomendó la tarea y hasta ahora no ha gobernado, se ha empeñado en alternar un
verbo radical con un discurso que mezcla el elemento religioso con el
sectarismo, se ha empeñado en imitar a Chávez sin mucho éxito y lo más grave de
este mandato, es que el Vicepresidente ungido no toma decisiones sino que
recurre a la Habana para que se decida el rumbo de Venezuela.
Lo que ha ocurrido en Venezuela desde diciembre de 2012, demuestra que
sin el líder mesiánico Maduro y sus compañeros de lucha, se muestran incapaces
de gobernar sin recurrir a la tentación del autoritarismo y la represión,
alguna de las razones que permitirían explicar esta afirmación son: carecen de
la experticia y el instinto político de Hugo Chávez por lo que son fáciles de
manejar por los hermanos Castro, se sienten desorientados y desamparados pues
se acostumbraron a obedecer al líder supremo y en estos momentos de presión son
presa fácil del nerviosismo, de la contradicción y propensos a errar, aunado a
ello está el elemento de las confrontaciones internas que abarcan tanto al ala
civil como militar de la revolución, el cual si bien no ha estallado no deja de
generarles tensión.
La pregunta no ha sido despejada, ¿qué pasa? y ¿qué pasará en Venezuela?
son interrogantes que darán mucho que hablar en los próximos días.
[1] Arendt, Hannah, Los Orígenes del Totalitarismo (Trad. cast. de
Guillermo Solana, México: Taurus, Primera Reimpresión 2004). Título original:
The Origins of Totalitarianism, New York. Harcour Brace Javanovich, 1961.
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