domingo, 28 de febrero de 2016

De la esperanza del 6D a la incertidumbre post 13E

Zulmaire González
14 enero de 2016/La Patilla

Después del 6 de diciembre de 2015 la esperanza inundó a los venezolanos debido a la elección de 112 diputados opositores para ocupar escaños en la Asamblea Nacional. El inicio del cambio que tanto anhelamos estaba por comenzar, gracias al control de las dos terceras partes de la Asamblea Nacional, por lo que habían suficientes motivos para el optimismo y la esperanza.

Muchos no olvidamos que el slogan de campaña de la nueva minoría en la Asamblea Nacional era “Pa’ la asamblea como sea” y que esa minoría está compuesta por individuos inescrupulosos de cuestionada reputación, quienes han venido perfeccionando el uso abusivo y la manipulación de la institucionalidad y legalidad por parte de los poderes públicos por mas 17 años, con el propósito de permanecer en el poder a toda costa sin importarles la destrucción de nuestro país.

Como era de esperarse, no pasó mucho tiempo para que la minoría parlamentaria que ahora se autodenominan los parlamentarios de la patria, hayan utilizado al poder judicial para cumplir el cometido inicial “Pa’ la asamblea como sea”, obviando que más de siete millones setecientos mil venezolanos dijeron el 6D que desde la nueva Asamblea Nacional se iba a comenzar a trabajar por el cambio y la libertad de Venezuela.

Lo que si no se esperaba es que la mayoría de diputados representados por los partidos que hacen oposición a la dictadura cruel que existe en el país, acataran la sentencia de la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia compuesta por magistrados cuya designación está viciada de nulidad absoluta. Es decir, el 13 de enero, prevaleció la decisión de unos magistrados que carecen de legitimidad de origen sobre la legítima y soberana voluntad de los venezolanos que se manifestaron a través del voto el pasado 6 de diciembre.

Ahora me pregunto como muchos venezolanos, ¿por qué los partidos opositores siendo mayoría se comportan como minoría? Si se obtuvieron 112 diputados que significa poseer la mayoría calificada gracias a los más de siete millones setecientos mil venezolanos que quieren un cambio democrático en el país, ¿por qué defraudarlos con seguirle al juego al régimen? ¿Por qué el poder legislativo, decidió no defender la voluntad de los electores en este momento? ¿Por qué limitarse a dar respuestas jurídicas a problemas políticos?

Hay que tener en cuenta que la soberanía y el poder se ejercen, no se proclaman, como hemos escuchado desde el 6 de diciembre: somos mayoría, nadie doblegará la voluntad del pueblo, estamos blindados, somos 112, etcétera. Al contrario, los venezolanos esperamos que los diputados opositores electos dejen de proclamarse ganadores, mayoría y comiencen a ejercer con contundencia, coherencia y mucho coraje el rol que le fue asignado por el pueblo a través del voto el pasado 6D. No se trata de atropellar ni de revancha, como se ha señalado para crear una matriz mediática, se trata de que representen cabalmente los intereses de los venezolanos quienes a través del voto los escogieron como diputados de la Asamblea Nacional y esto pasa primero por defender esa voluntad.

De la esperanza del 6D pasamos a la incertidumbre de lo que realmente sucederá en el país luego que el 13E aceptaron la desincorporación de los diputados de Amazonas, basados en una sentencia completamente ilegal. Además, quedó en evidencia que muchos opositores siguen viviendo en la negación de lo que verdaderamente sucede en el país. En Venezuela hay una dictadura y las dictaduras no negocian, no ceden, al contrario, reprimen, generan terror, buscan mantener la apariencia de legalidad para continuar en el poder y por ende, en este momento no se trata de negociar, dialogar, recular o ceder, se trata de buscar las herramientas para cambiar el actual modelo político para generar los cambios económicos y sociales que tanto necesita nuestro país.

Sino cambiamos el fracasado modelo político poco se puede hacer para solucionar los graves problemas que actualmente nos afectan. No debemos olvidar que en pleno siglo XXI, los venezolanos no somos libres, que en Venezuela no hay libertades y lo primero que debería estar en la agenda de todos los venezolanos es rescatar la democracia, ser libres de nuevo.

@zulmaire
zulmairegonzalez@gmail.com

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